martes, 10 de abril de 2018

San Pablo no era hetero


Pero ¿no era Pablo heterosexual? Esta pregunta ha sido escrupulosamente (¿neuróticamente?) evitada, supuestamente debido a la preocupación de autores de no perder trabajo, el dominio de la ideología heterosexista (que a menudo incluye el heterosexismo y la homofobia).
 Puesto que tradicionalmente las formas dominantes del judaísmo y el cristianismo habían condenado a la tortura y la muerte la “sodomía” y los “sodomitas”, ha sido literalmente impensable cuestionar la orientación sexual del Apóstol. 
Las raras excepciones a esta negligencia han procedido de Alemania, donde con conciencia pos-guerra de la violencia contra homosexuales en el Holocausto tal vez inspiró un coraje por parte de algunos. Por ejemplo, Gerd Theissen (1983/87), en un libro siempre muy citado (Psychological Aspects of Pauline Theology) escribió así sobre la obra de Hermann Fischer y la “devaluación de la carne” en Pablo: La nueva idea de Fischer [1974] es que en toda su vida Pablo fue obligado a reprimir sus tendencias homosexuales….La devaluación de la carne generaliza una defensa contra una inclinación “carnal” particular, relacionado a todo que tiene que ver con el cuerpo. El fuerte juicio contra el comportamiento homosexual en Rom 1:25-27 también se entiende como una reacción a tal inclinación. S. Tarachow [1955], aun antes de Fischer, había postulado en forma más general una homosexualidad pasiva en Pablo. Theissen cita como factores básicos para una interpretación psicológica correcta de la teología paulina “Conciencia del pecado”, “Conflicto con la Ley”, “La doctrina de la justificación”, El misticismo con Cristo” y “Las relaciones sociales de Pablo” (1983/87:25-27). Notablemente, en las décadas desde la publicación de la obra pionera prestigiosa de Theissen, he notado literalmente cientos de referencias a su contenido, pero nunca alguna mención de este párrafo revolucionario, mucho menos un esfuerzo de confirmar o refutar su hipótesis (Thomas D. Hanks 1997a:145; otra excepción de Robert Goss 2006:577-78). Así, escribí: “Gerd Theissen concluyó que Pablo parece haber sido un homosexual reprimido 1983/7:26” (Hanks QBC 20000:598). William Loader (2012:296, nota 12) señala que Theissen aquí no indica explicitamente su propio punto de vista sino que cita opiniones de otros y que por lo tanto aquí yo “erronicamente pretendo que Gerd Theissen apoya mi conclusión” (598; Loader cita a Theissen en la versión alemana original 1983:238). No obstante, Theissen en ninguna parte indica algún desacuerdo con los autores citados, sino concluye positivamente, diciendo “Yo soy de la opinión que algo digno de investigar queda escondido bajo todas estas presumpciones y especulaciones” (1987:28). Theissen fue, además, uno de los primeros quien propuso que la relación entre el centurión y su amado esclavo era homoerótica (1986/87, In the Shadow of the Galilean: The Quest for the Historical Jesus in Narrative Form, London: SCM, 106). Loader tampoco cita el argumento clásico del Obispo Spong que apoyó una orientación homosexual en el caso de Pablo (1991:116-20, 125-26), pues, como se dijo, “donde los ángeles temen de pisotear, el Obispo Episcopal John Shelby Spong se precipitó,” desarrollando una hipótesis parecida—¡pero sin referirse a las obras de Theissen, Fischer o Tarachow! (Hanks 2007a/12, Appendix 3 Spong 1991:116-26). Con la ayuda de Spong podemos ver como la percepción de Pablo como un homosexual reprimido nos capacita a explicar mejor:
  La “familia “ con quienes el Apóstol vivió en Corinto—ocho otros varones solteros (Romanos 16:21-23);
  Los amigos (especialmente los varones “amados”) a quienes Pablo saluda en las iglesias domésticas, casi todos de la clase esclava y no-casados (Rom 16:3-16);
  Su determinación de proclamar un Evangelio libre de la Ley, con Cristo como el “fin de la Ley” (10:4)
Su incorporación en el pueblo de Dios a los Gentiles incircuncisos y sexualmente “inmundos” (11:17-24);
  Su tratamiento del juicio de Sodoma (Rom 9:29) muy distanciado del sexo anal homoerótico (1:27);
  Su determinación que las iglesias practiquen la hospitalidad Abrámica (Gen 18; Rom 15:1-13; cf. Gen 19);
  Su prohibición del pecado de codiciar (deseo excesivo) como norma en sus iglesias (Rom 13:8-10);
  Aunque en Rom 1:18-32 refleja conciencia de las prohibiciones del sexo anal entre varones (Lev 18:22 y 20:13), Pablo deconstruye cada uno de los cuatro elementos negativos en la retórica de 1:24-27 después;
  Su énfasis en el amor universal divino y la muerte de Jesús por los “impios” (Rom 5:6; cf. 1:18);
  Su relación especial con Timoteo (1-2 Timoteo) y su apuro de circuncidarlo personalmente (Hechos 16:3), a pesar de su oposición general a la práctica (Gálatas 5:1-12; 6:11-17; Romanos 2:25-29).

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