sábado, 7 de julio de 2018

Repensando el pecado y la gracia para las personas LGBT hoy I


El modelo legal tradicional del pecado y la gracia

La Iglesia tradicionalmente ha hablado sobre el pecado y la gracia en términos legales. Por ejemplo, los actos del mismo sexo se consideran pecaminosos porque violan la ley bíblica, la ley natural y otras prohibiciones divinas contra tales actos. Aunque solo hay un puñado de pasajes bíblicos que discuten sobre actos entre personas del mismo sexo (por ejemplo, Gen 19: 5, Lev 18:22 y 20:13, Rom 1: 24-25, 1 Cor 6: 9, 1 Tim 1: 10), han sido citados una y otra vez para "probar" la pecaminosidad de tales actos. Además, la Iglesia Católica Romana ha confiado en la ley natural para argumentar que la sexualidad humana siempre debe expresarse en el contexto de la procreación, y cualquier desvinculación del placer sexual y la procreación es una violación de la ley de Dios.

            Por el contrario, la gracia bajo el modelo legal tradicional se entiende como el perdón de Dios de aquellos que han participado en actos del mismo sexo (es decir, la justificación) así como la asistencia de Dios para ayudar a esas personas a abstenerse de tales actos prohibidos en el futuro (eso es, santificación). En otras palabras, aceptar la gracia de Dios es abstenerse de tener sexo no procreativo, incluidos los actos entre personas del mismo sexo.

            Hay una serie de problemas con este modelo legal tradicional de pecado y gracia. Primero, este modelo detrae de un mensaje central del Nuevo Testamento, que es la justificación solo por gracia. Al caracterizar el pecado como la violación de las leyes eternas de Dios, el enfoque cambia inevitablemente a quién puede o no estar violando tales leyes. Esto a su vez conduce a una obsesión con grupos que se cree que son pecadores (por ejemplo, personas LGBT), en oposición a un enfoque en la gracia inmerecida de Dios, que en realidad es lo único que puede ayudarnos a cualquiera de nosotros a superar la esclavitud de el pecado original.

            Segundo, el modelo legal tradicional resulta en una obsesión por definir con precisión cuáles son las reglas para el comportamiento correcto e incorrecto. Específicamente, esto toma la forma de una argumentación interminable y una prueba de lo que la Biblia dice "en realidad" sobre los actos del mismo sexo. Aunque creo en la importancia de la exégesis bíblica, también creo que un enfoque limitado sobre lo que Dios prohíbe o permite en las Escrituras nos aleja del marco más amplio del pecado original y del significado teológico de Jesucristo en la historia de la salvación. Es decir, la Biblia se convierte simplemente en un libro de reglas, en oposición a la revelación de la relación de Dios con, y el amor a, la humanidad como el Verbo hecho carne.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Reseña para "LA FLOR INVERTIDA" - Puntuación: 🌟🌟🌟🌟🌟 5/5

Opinión: Las letras del autor las conocí por su libro "Equipaje Ancestral" que tuve la suerte de ganarlo en un sorteo que realizo,...