Repensando el pecado y la gracia para las personas LGBT hoy II

El modelo cristológico del pecado y la gracia

Como alternativa al modelo legal tradicional, propongo un modelo cristológico de pecado y gracia. Bajo tal modelo, que es sugerido por el trabajo de los teólogos cristocéntricos como Bonaventure y Karl Barth, Jesucristo es el punto de partida para pensar en el pecado y la gracia. Es decir, el pecado se define como lo que se opone a la gracia de lo que Dios ha hecho por la humanidad en Jesucristo. En otras palabras, el pecado se define en términos relacionales para Jesucristo. No se puede reducir a una larga lista de mandamientos para obedecer.

            Por ejemplo, una forma de pensar sobre el pecado y la gracia desde una perspectiva cristológica es entender el pecado como orgullo y gracia como condescendencia . Es decir, en la medida en que se entiende a Jesucristo como la gracia de la venida de Dios desde el cielo para nuestra salvación (es decir, condescendencia), entonces el pecado se define como el impulso de la humanidad de elevarse por encima de Dios (es decir, orgullo). Los teólogos de la liberación han caracterizado esto como el pecado del sometimiento económico y político de los marginados.

            Por el contrario, otra forma de pensar sobre el pecado y la gracia desde un modelo cristológico es comprender el pecado como pereza y la gracia como exaltación . Es decir, en la medida en que se entiende a Jesucristo como la gracia del levantamiento de la humanidad por Dios en la victoria de la resurrección (es decir, la exaltación), entonces el pecado es la negativa de la humanidad a elevarse al nivel de lo que Dios nos ha llamado a ser (es decir, perezoso). Los teólogos feministas y femenistas han caracterizado esto como el pecado de esconderse o la negación del yo.

            Sobre la base del modelo cristológico, propongo cinco modelos cristológicos del pecado y la gracia que surgen de las experiencias de las personas LGBT: (1) el Cristo erótico; (2) el Cristo Externo; (3) el Cristo Libertador; (4) el Cristo Transgresivo; y (5) el Cristo Híbrido. Estos cinco modelos usan las experiencias de personas LGBT para ilustrar cómo el pecado y la gracia se manifiestan dentro de un contexto social específico. Es mi esperanza que estos modelos puedan llevar a una discusión más reflexiva, en lugar de silencio o evitación, sobre lo que el pecado y la gracia significan para las personas LGBT de hoy.