Hoy muchos dicen: " ya no creo en nada".
La fe se ha hecho borrosa, no saben cómo ni porqué.
Sin embargo, aunque no le demos importancia, esto afecta lo profundo de nuestro ser. Aunque no lo sepamos.
Al principo cuando niños, aceptamos creencias y valores que nos inculcan los mayores. Pero a medida que crecemos y experimentamos la vida, esto se va modificando. Y llega un momento, en el que estamos convencidos que hay que ser mas libres, sobretodo de las tradiciones y autoridades religiosas. Esto se puede convertir en una opción y elección de abandonar el camino de búsqueda interior.
En muchos casos, podemos seguir el camino y ahondar en ese universo interno. Es ahí cuando le abrimos la puerta a ese Dios desconocido,iniciando la búsqueda y el encuentro en lo más profundo de nosotros mismos.Despetando a la vida en todo su sentido.Y descubriendo el valor de las cosas, mas allá de su apariencia.
Si queremos, si estamos dispuestos, si nos inquieta saber, podemos ahondar en el propio corazón.
Este tiempo de Adviento,es propicio, para quitarse los miedos y animarse a una verdadera experiencia con nuestro creador. Así sera la navidad . Nacerá una nueva fé, que encontrará el verdadero y profundo sentido a nuestra vida.
