sábado, 28 de julio de 2018

Homosexualidad en el islam

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Las opiniones islámicas sobre la homosexualidad son tan variadas como las de las otras religiones mayoritarias y han sufrido modificaciones a lo largo de la Historia. El Corán y el Hadiz contienen condenas expresas de los actos sexuales entre personas del mismo sexo. Dos suras citan la historia del "pueblo de Lot" (también conocidos como sodomitas), quienes fueron destruidos por participar en actos homosexuales. El castigo legal para la sodomía ha ido cambiando según las escuelas jurídicas: algunas prescriben la pena capital, mientras que otras prescriben un castigo discrecional menor. La homosexualidad es considerada un delito y está prohibida en la mayoría de países islámicos, como en Arabia Saudí o Irán. En algunos países islámicos relativamente seculares o multi-religiosos como Argelia, Túnez, Indonesia o Turquía hay más tolerancia.
A pesar de esto, la temática homoerótica ha estado muy presente en la literatura clásica del mundo árabe e islámico. En la poesía árabe clásica se celebra muy a menudo el amor masculino, siendo más frecuente que las expresiones de atracción a las mujeres.​ Algunos de los más importantes poetas árabes, como Abu Nuwas, fueron abiertamente homosexuales. Las mil y una noches, el ejemplo más conocido de la literatura popular árabe medieval, abunda en referencias al amor homosexual:
"me parece ¡oh jeque!, que eres de los que prefieren los jovenzuelos a las mujeres". Mi amigo sonrió, y dijo: "¡Así es!" Ella preguntó: "¿Y por qué? ¡oh jeque!" [...] "me concederás, ¡oh mi señora! que nada en la mujer puede compararse a las perfecciones de un joven hermoso, a su talle flexible, a la finura de sus miembros, al conjunto de colores tiernos que hay en sus mejillas, a la gentileza de su sonrisa y al encanto de su voz. Por cierto que para ponernos en guardia contra una cosa tan evidente, nos dice el propio Profeta: ¡No prolonguéis vuestras miradas sobre los mozuelos sin barba, porque tienen ojos más tentadores que los de las huríes!
En ello pudo influir la tradicional separación de sexos, que han favorecido que las prácticas homosexuales no sean infrecuentes, aunque a menudo de forma clandestina y bajo un velo de hipocresía.
Algunos exegetas musulmanes insisten en esta aceptación de facto de la homosexualidad hasta bien entrado el siglo XX, en el que la influencia colonial por un lado, y el desarrollo de movimientos islamistas y puritanos como el wahhabismo por otro, hace de la homosexualidad un acto abominable y un delito:
La persecución de los homosexuales en el mundo islámico es muy reciente, y tiene que ver con la colonización y la influencia de occidente. Existen innumerables pruebas de que hasta la colonización la homosexualidad era plenamente aceptada. Durante las primeras décadas del siglo XX, el Magreb fue un "paraíso para los homosexuales", que huían de la puritana Europa en busca de la libertad sexual que se vivía en tierras del islam. En Marruecos, la homosexualidad es considerada un delito tan solo desde 1972, y esto a causa de la influencia saudí. En Indonesia (el país con más musulmanes en el mundo) jamás ha estado prohibida, siendo la escuela shafi'í mayoritaria. La aceptación de la homosexualidad en la historia del islam está ampliamente documentada, en diferentes épocas y territorios. No era algo oculto o marginal, sino aceptado socialmente. Los estudiosos occidentales de la homosexualidad han destacado con asombro la actitud mostrada hacia este tema en dar al-islam. Merece destacarse la visión de John Boswel sobre la homosexualidad en al-Andalus de sus obras Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad y Las bodas de la semejanza.​
Ciertos musulmanes liberales, tales como los miembros de la Fundación Al-Fatiha, aceptan la homosexualidad y la consideran como algo natural, contemplando la condena religiosa como algo obsoleto en el contexto de la sociedad moderna, interpretando que el Corán se manifiesta en contra de la lujuria homosexual, pero no dice nada sobre el amor homosexual. La escritora lesbiana Irshad Manji ha expresado la opinión de que la homosexualidad es permisible dentro del Islam; sin embargo, esta sigue siendo una opinión minoritaria. En el Chiismo islámico, pensadores como el ayatolá Jomeini han argumentado a favor de la legalización de las operaciones de cambio de sexo si un hombre se siente mujer, ya que el Corán no menciona nada en contra del cambio de sexo, y de hecho estas intervenciones son legales actualmente en Irán.

La homosexualidad está prohibida por la ley islámica. El Corán, el texto central del Islam que los musulmanes creen que es la revelación de Aláes muy explícito en su condena de la homosexualidad.​ El Corán proclama el Islam como la "religión de la Naturaleza," y santifica y promueve las relaciones sexuales dentro del matrimonio. Los textos específicos en los que se basa la condena son los de la historia de Lot:

Y a Lot. Cuando dijo a su pueblo: "¿Cometéis una indecencia que ninguna criatura ha cometido antes? Ciertamente, por concupiscencia, os llegáis a los hombres en lugar de llegaros a las mujeres. ¡Sí, sois un pueblo inmoderado!". Lo único que respondió su pueblo fue: "¡Expulsadles de la ciudad! ¡Son gente que se las da de puros!". Y les salvamos, a él y a su familia, salvo a su mujer, que fue de los que se rezagaron. E hicimos llover sobre ellos una lluvia: ¡Y mira cómo terminaron los pecadores!
— Corán 7:80-84
Los hadices o dichos atribuidos al profeta Mahoma también contienen varias declaraciones en contra de la homosexualidad. Según uno de ellos Mahoma dijo: “Condenado por Dios está aquel que hace lo que la gente de Lot”. En otro afirma: “Ningún hombre debe mirar a las partes privadas de otro hombre y ninguna mujer debe mirar a las partes privadas de otra mujer, y dos hombres no deben dormir en la misma cama bajo una misma manta.” Un relato que se atribuye como parte del sermón de despedida de Mahoma dice: Aquel que mantenga relaciones sexuales con una mujer y penetre su ano, o con un hombre o un muchacho, aparecerá el último día apestando peor que un cadáver; la gente lo encontrará insoportable hasta que entre en el fuego del infierno, y Dios anulará todas sus buenas obras.​
Existe un cierto consenso entre la mayoría de los juristas islámicos en que la homosexualidad contraviene la Sharia o ley islámica, considerándola no solo un pecado sino un delito punible. No existe un castigo específicamente estipulado y depende de la interpretación de las distintas escuelas jurídicas existentes, frecuentemente se deja a la discreción de las autoridades locales, con un rango de penas tan amplio que va desde la pena de muerte hasta una simple multa, latigazos o encarcelamiento.​ Actualmente existen entre los Sunníes cuatro Madhab, o escuelas de interpretación jurídica (la hanafí, la malikí, la Shafi'i y la hanbalí), y la principal entre los Chiíes es la ya'farí. En la actualidad muchos grupos rechazan las escuelas tradicionales y se declinan por la Ijtihad o interpretación individual. Según cada escuela:
  • La escuela hanafí no considera la homosexualidad como adulterio y deja la pena a la discrecionalidad del juez. Los seguidores más recientes de esta escuela rechazan la pena de muerte para la sodomía, pero la consideran si se es reincidente.
  • Los shafiíes consideran la homosexualidad como otra zina, sexo prematrimonial o fuera del matrimonio. Así se pena al adultero a morir lapidado y al no casado como fornicador (a fustigación).
  • Las escuelas malikí y ya'farí consideran que si se descubre a alguien en prácticas homosexuales se le debe condenar con la pena de adulterio esté casado o no.
Es importante destacar que la ley islámica exige cuatro testigos para poder condenar un acto homosexual, al igual que el adulterio, cosa en la que coinciden todas las escuelas jurídicas. No obstante se pueden presentar pruebas objetivas como fotografías o pruebas de ADN que pueden hacer innecesarios los cuatro testigos.
El debate sobre la condena a la homosexualidad continúa en la actualidad, aunque no para exonerarla. Según el estudioso del Islam actual Yusuf al-Qaradawi:
Los juristas islámicos han tenido opiniones divergentes sobre como castigar esta practica abominable. ¿Se debe aplicar la misma pena que a otra ziná? ¿Se debe aplicar la pena de muerte por igual sea el participante activo o pasivo? Aunque puede parecer cruel hay que mantener la pureza de la sociedad islámica y limpiarla de elementos pervertidos.​


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