martes, 21 de agosto de 2018

Aspectos sociales de la homosexualidad


El conflicto que muchos sienten ante la homosexualidad deriva tanto del juicio sobre uno mismo como de la desaprobación social. Relativamente, son pocos los individuos, incluso heterosexuales, capaces de hacer lo que desean sin una racionalización protectora. Y ciertamente, también hay individuos capaces de aceptar las variaciones sexuales sin tener que excusarlas.
         1) La defensa del rol de género: muchos varones se sienten libres para responder a otros varones sólo si pueden mantener un rol "masculino" ante sí mismo.
         2) La defensa de la inocencia personal: En ocasiones algunos varones o mujeres se convierten en expertos en el arte de seducir a los otros para que se adelanten; o más accidentalmente, pueden tener el tipo de personalidad que comunica una fácil accesibilidad. Otra racionalización instalada en el mito, sostiene que la culpa es del que inicia las cosas, teniendo una larga tradición social. Los antiguos teólogos sostenían que las mujeres eran más responsables que los varones respecto a los pecados sexuales, porque ellas eran las tentadoras; las iniciadoras y premeditadas capaces de excitar a los varones inocentes.
         3) La defensa del "sólo ahora": Para muchas personas la naturaleza transitoria de casi cualquier actividad, o simplemente pensar en ella como temporal, es motivo suficiente para no sentirse culpable por ella. En materias sexuales, donde las normas de aprobación o desaprobación son muy rígidas, a muchas personas les es necesario atribuir su conducta criticable a influencias externas; si no al compañero o a la situación en que se encontraron, al escaso lapso de tiempo.
         4)La defensa de la amistad especial: Muchos jóvenes que tienen una intensa primera experiencia homosexual quizá piensen que ello no indica nada. Conciben la homosexualidad, si es que llegan a pensar en ella, como algo profundamente ajeno realizado por personas extrañas o afeminadas, como algo que no puede provocar la emoción que ellos sienten. Como la defensa de la amistad especial está relacionada únicamente con poderosas preocupaciones morales, no es extraño que ocasionalmente se presente un modo opuesto: los contactos homosexuales o extramaritales son totalmente permisibles siempre que sean promiscuos, oportunistas o carezcan por otras causas de emoción, porque entonces "no significan nada". Algunos  niegan la homosexualidad como una preferencia, afirmándola en un sentido oportunista o relegándola a los estrechos confines de una situación particular. Todas llevan al menos la afirmación implícita que la heterosexualidad de la persona es primaria. (nuevamente se vuelve a confundir deseo con reproducción). Muchos creen que la mayoría (heterosexual.??) implicaría el derecho de establecer normas y conductas para todos los demás (heterosexismo). Las estadísticas Master y Jhonson han  dado claras muestras de revertir esta tendencia  por cuanto afirman que la mayoría sería bi-sexual, se exprese o no en conductas manifiestas.  Pero el común de las gentes acusan su propia sexualidad como la única válida y verdadera, pero como un dogma, todas suelen ser autoengañosas en cuanto a que son socialmente defensivas. En cada uno de estos sistemas de negación la persona encuentra el modo de comprometerse en la homosexualidad mientras sigue definiéndose a sí mismo como un miembro regular de la sociedad que no está apartado de ella por nada esencial.
Lo que no resultan raras son las breves ocasiones en que el homosexual, especialmente cuando todavía es joven, ha de enfrentarse a preguntas directas o insinuaciones verbales que ponen a prueba o calumnian su vida privada. Tales desafíos varían desde un juego curioso a una situación explícitamente hostil. La forma en que son manejados esos momentos afecta en gran manera la visión que una persona tiene de sí misma y su imagen ante los otros. El precio del fracaso puede ser muy alto, y muchos homosexuales fracasan. Una persona que maneje  mal los desafíos personales y por tanto se sienta muy incómoda con ellos, es posible que se apoye en uno de los estilos de vida más aislados y "seguros". Su incomodidad suele ser inversamente proporcional a su capacidad para enfrentarse a los desafíos.
Encuentros breves y relaciones continuas:
Las relación múltiple  tiene muchas facetas y no es una entidad límpidamente definida. La antiguamente llamada promiscuidad es mantenida a menudo por barreras convencionales: las inhibiciones morales de una persona o la mera comprensión del contexto social de su vida limitan las oportunidades. No son pocos los que estarían abiertos a una gran variedad de contactos si se dieran cuenta de las oportunidades existentes. No hay prueba alguna que la relación múltiple en una persona  homosexual sea mayor de lo que es el equivalente heterosexual. La búsqueda del compañero adecuado y de una relación significativa es con frecuencia una importantísima motivación de la relación múltiple. Una de las razones por las que muchas relaciones homosexuales no sobreviven a la primera pelea seria, es que uno o ambos encuentran mucho más fácil el cambio que la solución del conflicto.
A veces la relación múltiple incluye sorprendentes elementos afectivos. Incluso los contactos pasajeros que se encuentran en los baños o en otras situaciones impersonales contienen elementos emocionales que están más allá del "sexo puro", particularmente en las situaciones en que el compañero es utilizado como una especie de sustituto fantástico del compañero ideal. Pero en circunstancias menos especiales, el afecto se desarrolla también como un subproducto de la actividad sexual. Este afecto no siempre es bien recibido, pues muchos sienten a posteriori la necesidad de negar el afecto que sintieron durante un breve encuentro.
      Más de la mitad de las relaciones continuadas examinadas en el curso del presente estudio, se iniciaron con contactos que en un principio no fueron sino breves encuentros. Los atractivos de un encuentro breve incluyen generalmente un elemento de fantasía y proyección. Algo del compañero/a, su porte, su expresión facial, puede sobresalir a causa de las cualidades que una persona quizás haya deseado o gozado en el pasado, precisamente porque las proyecciones de la fantasía se extraen de la reserva de experiencias pasadas. En otros casos, un contacto especialmente rápido e impersonal puede estar totalmente polarizado alrededor de un tema sexual, y con todo, su estrechez puede estar dirigida a igualar un desequilibrio existente en la vida de una persona, y quizás utilice ese contacto para volver a experimentar algo del interés y desafío que han comenzado a escasear en una relación continuada que sigue manteniendo y desea mantener. El deseo de una persona de preservar una fidelidad emocional a un compañero permanente es a menudo su mayor motivo para que otro compañero permanezca en el anonimato.
Se comprenderá que ningún sistema general de clasificación podrá mantenerse. El contacto más pasajero e impersonal puede ser profundamente superficial o constituir un aspecto ricamente motivado de la vida de una persona, nadie sino él o ella puede determinar su valor y su significado.
Psicología del afeminamiento:
Se considera afeminado cualquier estilo de conducta masculina que recuerde los gestos, movimientos o maneras generalmente asociados con las mujeres. Aunque es más frecuente entre los homosexuales que entre los heterosexuales, el afeminamiento no precisaría tanta atención si no fuera porque para mucha gente es algo que se aplica a todo el grupo de homosexuales. Cuanto mayor sea el tabú sobre la homosexualidad, mayor es la ilusión de la universalidad heterosexual. El varón afeminado no tiene a veces conciencia de lo que hay de afeminado en su propia conducta. Incluso cuando sabe que es afeminado, es generalmente por la información que ha recibido más que por una observación de sí mismo.
Aspectos políticos de la homosexualidad:
De especial significación son las formas en que las emociones despertadas por la homosexualidad patrocinan maniobras políticas, maniobras que con mucha frecuencia burlan las obligaciones de la ley, de la ciencia y de los medios académicos. En un deseo de ganar y mantener el apoyo público, incluso políticos que no acostumbran a recurrir al sensacionalismo caen a veces en la tentación y se suben al vagón de la reforma moral. Los políticos menos respetables se unen a toda prisa a la preocupación por la sempiternas cuestiones sexuales. Un intendente, un jefe de policía o un fiscal pueden buscar las recompensas políticas que da la publicidad, una imagen dinámica o el favor especial de sus representados, castigando severamente el "vicio".
La persona homosexual es un blanco tentador, especialmente en los primeros estadios de la campaña de "limpieza", antes que los riesgos que conlleva el perseguirla se hayan hecho evidentes. De hecho, las campañas de represión de la homosexualidad están llenas de peligros políticos. En las redadas de determinados clubes nocturnos, por ejemplo, pueden ser detenidos los amigos o parientes de gente con poder, incluso ellos mismos. Hasta la recogida de información preparatoria es posible que acarree problemas. Resulta bastante sencillo mantener bajo vigilancia a alguno sin importancia, pero éste puede llevar a la policía directamente hasta el hijo del juez o hasta el juez mismo. Los oficiales atrapados en la embarazosa posición de haber movilizado al personal sin un adversario posible, tratan, con frecuencia, de buscar, por diversos métodos, los delitos que necesitan. Ello supone, generalmente, el uso de señuelos policiales cuidadosamente escogidos que inciten a delitos susceptibles de arresto, pero tales medidas permiten que las víctimas elegidas comprometan los procesos legales. Usualmente, de ello resulta una serie de arrestos que no podrán mantenerse en un tribunal. Homosexuales que han llegado a ser conscientes de las estrechas relaciones que hay entre periodistas, policías, abogados y jueces, a veces con la ayuda de psiquiatras y clérigos, han sentido a menudo que hay una especie de conspiración contra ellos. Una estrecha cooperación no implica necesariamente confabulación. Las acciones autoritarias de varios tipos se unifican por una serie de suposiciones morales compartidas; sistema que es más cierto cuando están en el candelero asuntos de poder e influencia.
La psicología antihomosexual del homosexual de las altas esferas, puede ser muy compleja. Es frecuente que se construya una complicada moralidad, según la cual justifique sus preferencias mediante una cierta "honestidad". El sacerdote que ha mantenido desde hace mucho tiempo una única y continuada relación homosexual, puede unirse a un comité para perseguir las formas promiscuas de la homosexualidad; o un político que sólo se sienta atraído por varones adultos, puede perseguir con energía a los homosexuales que "contribuyan a la delincuencia de los menores".
Una rama de la censura, sigue siendo impuesta sin que el público se de cuenta de ello. El observador casual tiene la impresión que puede encontrar impreso cualquier tema, y que puede escuchar discusiones abiertas sobre temas heterosexuales y homosexuales en documentales y programas. Sin embargo, se sigue ejerciendo un control sobre el flujo de información sexual, tan represivo como lo fue en su tiempo la gazmoñería declarada. Dicho control tiende a "proteger" y a justificar las costumbres de tipo medio, no mediante la negación de las variaciones ni condenándolas, sino situándolas aparte, de tal manera que se mantenga a una distancia protectora y confortable. Los editores creen determinar lo que será o no digerible por sus lectores, y lo que es político publicar. Pero entonces no es sorprendente que el cuadro total de los medios de comunicación continúen reflejando lo que los investigadores del sexo vemos como una pálida y convencional versión de las realidades sexuales. De hecho, el cuadro es mucho peor, pues a pesar de la amplia difusión de información popularizada sobre el sexo, la disparidad entre lo que saben los profesionales y lo que conoce el público, nunca ha sido tan grande como en el momento actual.
      De las numerosas traducciones de Platón al inglés, todas han sido censuradas de gran parte de su contenido sexual. Como los griegos entretejían las relaciones personales y las sexuales en la trama del gobierno, tales expurgaciones han alterado considerablemente las ideas políticas y filosóficas de Platón. Sus obras poéticas y éticas todavía han sido más distorsionadas. En la prestigiosa traducción de Jowett, por ejemplo, tanto el Simposium como Lysis han sido mutilados hasta un punto en que es imposible reconocerlos. 

La cuestión de la Psicoterapia:
En muchas psicoterapias predominan los puntos de vista convencionales y no hay éxito alguno. De hecho, la homosexualidad y la psicoterapia han demostrado llevarse muy mal. Es grande el número de personas que han llegado al terapeuta con problemas homosexuales y han tenido motivos para lamentarlo. El precio que han tenido que pagar por no haberse ido inmediatamente, ha sido, el despilfarro de tiempo y dinero que son poco en comparación con el aumento de los sentimientos de culpa y el fortalecimiento de las resistencias. Otro riesgo, es que la mayor parte de los pacientes se han familiarizado demasiado con las ideas convencionales y traducen sus propias interpretaciones a esos términos. El paciente presenta la historia de tener una madre dominante, un padre débil o poco afectuoso, una serie de tempranas inseguridades, etc. No es infrecuente que los pacientes produzcan tales versiones de sus vidas con cierta precisión microscópica, prefijándolas con exactitud en teorías edípicas y de fijación. Poco sorprende, en consecuencia, que el terapeuta invitado a tal banquete incestuoso, llegue pronto, a la poco segura consolación de que Freud tenía razón en todo. Cae inconscientemente en esta trampa y en muchas otras que marcan su camino. Alineación que le ha costado la posibilidad de estar al tanto de muchos descubrimientos, entre ellos: que las madres dominantes y los padres débiles no se correlacionan más que entre sí mismos; que en los cruces culturales, y casi con toda seguridad también en nuestra sociedad, la intimidad de un niño varón con su madre, tiene una correlación más alta con resultados heterosexuales que homosexuales; que todas las preferencias son fijaciones y que ninguna se establece sin adversiones aprendidas; que las dificultades del adolescente varón con las mujeres está entre los más altos signos de previsión de su posterior atracción por ellas; que el eje de la homosexualidad tiende a ser proporcional con la fuerza de la libido y no con su debilidad; y así una larga lista que pone en entredicho, sin excepción, toda teoría psiquiátrica y psicoanalítica formal. El Kinsey Research, hizo durante varios años un esfuerzo concertado para descubrir y evaluar las historias de personas cuyas vidas sexuales hubieran cambiado con cualquier tipo de terapia. No se encontró ninguna. Ha habido literalmente docenas de informes de segunda mano sobre "curaciones", de la homosexualidad. Como las huellas del monstruo del lago Ness, aparecen con frecuencia, pero sin la presencia de la bestia. En estos momentos se está intentando revisar los esfuerzos psicoterapéuticos. Los terapeutas tratan de conducir las perturbaciones emocionales de los pacientes evitando todo intento de dirigir sus proclividades sexuales. Aunque estos psicoterapeutas están en minoría, constituyen un notable grupo de profesionales, mostrando una honestidad intelectual, un talento y una humanidad excepcionales. Pero por razones que no son instantáneamente evidentes, incluso el esbozar sus trabajos, constituiría una formidable tarea.  
Equilibrando la ecuación :
Beneficiario de su estabilidad y crecimiento, es quien puede aceptar las enormes diferencias de los otros, no sólo tolerándolas, sino encontrando denominadores comunes consigo mismo: alcanza, indudablemente, una ética superior y, en tal proceso, escapa a la tiranía de ir en la manada por propia conformidad. La moral otorga lealtad a las normas sociales y hábitos de pensamiento. Estos son esencialmente locales y varían de un lado a otro, convirtiéndose en un centro de contradicciones en la mayor parte de las comparaciones entre culturas. La ética, en cambio, suele ser leal a la bondad y el bien obrar, apenas varía de una sociedad a otra.   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Reseña para "LA FLOR INVERTIDA" - Puntuación: 🌟🌟🌟🌟🌟 5/5

Opinión: Las letras del autor las conocí por su libro "Equipaje Ancestral" que tuve la suerte de ganarlo en un sorteo que realizo,...