lunes, 1 de octubre de 2018

EL MACHISMO COMO FENOMENO PSICOCULTURAL-CARACTERISTICAS DEL MACHISMO


OCTAVIO GIRALDO *
 Universidad del Valle, Cali, Colombia

Este ensayo trata del fenómeno cultural hispano del Machismo el cual consiste básicamente en el énfasis o exageración de las características masculinas y la creencia en la superioridad del hombre. Además de esta exageración, el machismo incluye otras características peculiares atribuídas al concepto de hombría como veremos más adelante. 

Desafortunadamente no hay mucha investigación o estudios descriptivos sistemáticos sobre este asunto. Las pocas referencias encontradas se refieren generalmente al tema de un modo parcial dentro de un tópico más general (Kenny, 1961; Pineda, 1963). Las pocas referencias bibliográficas halladas se refieren principalmente a la cultura mexicana debido a su mayor accesibilidad y probablemente por su mayor énfasis en el machismo dentro de los grupos hispanos, según se cree. Una excepción es Cortada de Kohan (1970). 

Las mismas razones hacen que se encuentre más material sobre este tópico acerca de los grupos pertenecientes a la "cultura de la pobreza". Sin embargo es bien sabido que el machismo es una característica común a todas las clases sociales y culturales aunque sus manifestaciones cambien en algunas de sus características secundarias de un grupo al otro. Es importante anotar que a medida que mejora la educación desaparecen o se modifican algunas de sus características secundarias. 

El propósito de este ensayo es explicar la dinámica psicológica y cultural y las estructuras que apoyan y mantienen el machismo. La fuente principal para el estudio socio-antropológico serán las obras de Oscal' Lewis (1959, 1960, 1961, 1966-a 1966-b), la teoría Adleriana del complejo de inferioridad-superioridad (Ansbacher y Ansbacher, 1956) se usará en gran parte como la explicación psicológica (Adler, 1949). La teoría de Aronoff (1967) según la cual las instituciones culturales obedecen a las necesidades psicológicas del grupo, necesidades a su vez determinadas por las condiciones familiares, constituyen la esencia de la hipótesis explicativa aquí planteada.

CARACTERISTICAS DEL MACHISMO

El macho, el "verdadero hombre" según la cultura. hispana, debe tener ciertas características para que se lo considere como tal y no como afeminado u hombre a medias. Las características sobresalientes del macho con su heterosexualidad y su agresividad. En relación con la heterosexualidad el énfasis es tanto en el carácter sexual como en el hetero. El hombre debe resaltar y demostrar su capacidad fálica. Mientras más grandes sean sus órganos sexuales y más activamente se entregue a la relación sexual, más macho será. 

Su potencialidad sexual debe ser ejercitada de hecho en sus relaciones y conquista de mujeres. Y mientras más mujeres, mejor. Como lo anota Lewis, el engañar a las jovencitas no es causa de culpabilidad sino de orgullo y título de prestigio. Lo importante no es lograr un afecto permanente (con la excepción de la esposa y la "querida") sino conquistar sexualmente a las mujeres y satisfacer la vanidad masculina. Como dice Bermúdez (1955) se trata de "Don Juan: un hombre sin nombre; es decir, un sexo, no un individuol" 

Ningún adolescente es considerado un verdadero hombre -macho-- hasta tanto no pueda alardear de haber poseído una mujer. Más aún: el hombre casado debe mostrar su machismo, su potencia y el ejercicio real de sus poderes sexuales por medio de su fertilidad, es decir, engendrando un hijo tan pronto como sea posible. 

Por otra parte, el hombre desea demostrar que es capaz de tener descendencia masculina y de criar, educar y sostener una familia; o sea de lograr una especie de acomodo que confiere prestigio cuando se encuentran cerrados otros caminos para destacarse. Finalmente, como consecuencia del estado de sospecha y de hostilidad que reina entre marido y mujer, parece acusarse la tendencia, de parte del hombre, a considerar el embarazo de aquélla y la presencia de los hijos como una manera de tener a la mujer más segura en casa y, a veces, esto tiene la significación de una actitud hostil o de venganza contra la compañera. 

Su potencialidad debe ser conocida por otros. Esto conduce a la práctica de alarde e inventar historias acerca de su potencia y conquista de mujeres. El macho debe engañar y conquistar todas las mujeres que pueda pero al mismo tiempo debe proteger y defender a sus hermanas de los intentos de conquista de otros hombres puesto que las mujeres de su familia deben permanecer vírgenes hasta el matrimonio. Esta paradoja constituye un elemento de autoestima muy importante. Roberto Sánchez nos cuenta cómo aprendió de niño esta actitud. (Lewis, 1967).

 Tengo este pensamiento quizás porque yo desde pequeño he sido un calavera, en toda la extensión de la palabra. Varias veces me llevaba a una niña al baño, a mi casa, pero siempre y cuando no hubiere nadie; y si lo había, buscaba la manera de que no nos viesen. Empezaba a manosearla, con el consentimiento de la niña, por supuesto. Eso era desde muy pequeño -tenía cinco o seis años- y aún después de que falleció mi madre -a los ocho o nueve años-- hacía todavía eso. Así que yo no quería que mis hermanas jugaran con niños porque yo me imaginaba que podían hacer lo mismo que yo hacía con las otras niñas (Pág. 72). 

Que los hombres son sexualmente libres es una verdad cultural. El matrimonio no es un obstáculo para este rasgo de machismo, como lo expresa el dicho popular de que "la que se casa es la mujer". Más aún, el hombre casado será más macho si tiene una "querida" además de andar a la caza de otras mujeres. Tan extendida es -o ha sido- esta práctica que algún autor (Cerwin, 1947) llegó a llevarse la impresión de que "casi todo mexicano tiene su 'casa chica' " o sea la casa de la querida.

 Su relación con la mujer es la de dueño y protector acompañado de una superioridad no-sentimental y alejada. Esto es particularmente verdadero en ciertos individuos de las clases más bajas (de aquellos que pertenecen a la cultura de la pobreza). Un macho muestra su masculinidad diferenciándose de la mujer sentimental y afectiva por su frialdad. Ella ama, pero él conquista. El desapego emocional es parte de la "superioridad" del macho sobre la mujer. 

Tanto el hombre como la mujer creen firmemente en la superioridad del hombre en muchos aspectos (Stycos, 1958). Los hombres pueden humillar y golpear a sus mujeres porque "para eso son los maridos". Esto está muy bien ilustrado por el caso de Pedro Martínez (Lewís, 1959). La superioridad y la libertad sexual del hombre le da ciertos derechos que pertenecen a su "naturaleza" de macho. Se cree que los hombres tienen mayores necesidades sexuales y por lo tanto las mujeres deben aceptar el hecho de que ellos tengan muchas aventuras extramaritales (Stycos, 1958, p. 32-33). El lugar de las mujeres es la casa pero los muchachos son de la calle (pág. 47). 

Un verdadero macho no puede tolerar que su mujer le pegue o ni siquiera que no le obedezca. Un hombre debe aparecer como el jefe de la casa ante sus amigos hombres si no ha de perder su fama de macho (Lewis, 1961). Si su esposa se atreve a mostrar cierta independencia o le amenaza delante de otro hombre, él debe pegarle a fin de no perder el prestigio ante sus amigos. Sin embargo es importante no perder de vista que el macho nunca debe abusar de una dama en sus relaciones sociales ordinarias. 

El macho como dueño de SU mujer, no debe permitirle ninguna libertad. pues de lo contrario se rebaja. Los celos son un rasgo común del macho. .

 Esto es enteramente comprensible si consideramos que todo hombre debe desconfiar de los otros hombres, de sus intenciones con respecto asu propia mujer y las parientes; en razón de su mismo machismo. 

Los celos del macho junto con su agresividad explican el fenómeno de golpear y aun cometer homicidio con la mujer infiel. Esta conducta violenta del hombre no es aprobada pero en cierto modo se le espera y se la "comprende".

 El uso de lenguaje obsceno, el cual es directamente enseñado en las clases bajas, es parte del machismo. Con ella se revela el carácter fálico o sexual que se espera en la conducta cotidiana del macho. 

La agresividad es la otra característica sobresaliente del machismo. Cada hombre trata de mostrarle a los demás que él es "el más. macho" el más masculino, el más fuerte, el más poderoso físicamente. Y toda mujer espera que su amante sea el más macho, el más guapo (valiente) quien la pueda proteger y defender de otros hombres. Esto lo ilustra muy bien Manuel Sánchez (Lewis, 1967)· 

Había una muchacha, Josefa Ríos, que creo yo que fue de la primera muchacha que me haya yo enamorado realmente e mi vida; una rubia, blanca, bueno, muy bonita esta muchacha, no? Había un muchacho, Pancho, y pues era hijo de padres de más dinero y muy guapo, por cierto. Yo andaba locamente enamorado de Josefa, y ella andaba enamorada de Pancho y Pancho no le hacía caso. Llegó a tanto mi celo que yo no hallaba cómo provocar a Pancho para pelearme con él delante de Josefa para que viera que yo era mejor. Y no, Pancho nunca quiso, pues supo que yo le había pegado a Bustos. (Pág. 29). 

En la práctica esto significa que cualquiera diferencia debe ser resuelta con los puños o las armas y que todo macho verdadero debe estar listo para reaccionar físicamente y atacar cuando quiera que sea ofendido verbal o físicamente (Lewis, 1967).

 El mexicano -y creo yo que en todas partes del mundoadmira los "güevos", como así decimos. Un tipo que llega aventando patadas, aventando trompones, sin fijarse ni a quién, es un tipo que "se la sabe rifar", es un tipo que tiene güevos, Si uno agarra al más grande, al más fuerte, aun a costa de que le ponga a uno una paliza de perro, le respetan a uno porque tuvo el valor de enfrentarlo. Si uno grita, usted grita más fuerte. Y si cualquiera me dice: "chin tu rna", yo le digo: "chin cien más". Y si aquel da un paso pa' adelante y yo doy un paso para atrás, ya perdí prestigio. Pero si él da un paso pa' adelante y yo doy otro, y éntrale y ponle, güeyl, entonces me van a respetar. En un pleito en ningún momento voy a pedir tregua, aun cuando me estén medio matando, voy a morir riendo. Esto es ser muy macho.

 Otro rasgo de machismo es mostrar falta de emociones blandas y sentimientos y aun de cierta ternura y amor hacia los familiares más cercanos, exceptuando la madre. Por otra parte ningún macho debería estar temeroso de nada. (Lewis, 1967).

 Aprendí a disimular el miedo mostrando la reacción contraria, o sea el valor, porque he leído que según la impresión que le causa uno a la persona, así es el trato. Entonces cuando he llevado mucho miedo por dentro, por fuera les demuestro que no tengo nada, que estoy tranquilo. Y me ha resultado, porque a mí no me han perjudicado como a otros de mis amigos que se ponen a temblar porque los agarran los agentes. Porque si entro callado, si entro con los ojos llorosos, si entro temblando, como decimos aquí, ¡Triste mi vidal Inmediatamente todos a la cargada. En mi barrio o se es picudo, bravero, o se es pendejo. (Pág. 35).

 Otra característica del macho es el ser capaz de ingerir grandes cantidades de bebidas alcohólicas sin emborracharse necesariamente.El ser macho no es solamente muy importante para un hombre hispano y especialmente para un mexicano, sino que es considerado como un rasgo nacional mexicano y algo de lo cual se enorgullecen.

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