miércoles, 25 de abril de 2018

EL JOVEN DESNUDO EN EL JARDÍN


THEODORE W. JENNINGS, JR. 
Cleveland: Pilgrim Press, 2003
 www.pilgrimpress.com
En nuestra discusión sobre la historia oculta de una lectura gay-positiva de la relación entre Jesús y el discípulo amado, habíamos considerado el punto de vista de Jeremy Bentham. En su trabajo, Bentham indicaba otro incidente de la tradición de Jesús que le sugería una relación homosexual –o por lo menos, algo parecido a un interés gay. Es el incidente del joven que escapa desnudo de Getsemaní después del arresto de Jesús, brevemente descrito en el Evangelio de Marcos.
Para examinar la escena más de cerca, la cito entera: Y abandonándole huyeron todos. Un joven (neaniskos) le seguía cubierto sólo de un lienzo (sindona) ; y le detienen. Pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo (gymnus). (Marcos 14: 50-52).
Lo que sugiere Bentham respecto del joven es que era un cinaedus (kinaidos) o muchacho prostituto.
El episodio resulta un enigma porque pone muy cerca de Jesús a un joven, cuyo nombre no se menciona, pero es el único entre los seguidores de Jesús que lo acompaña inclusive después que Éste es prendido por el populacho enviado por las autoridades de Jerusalén. Al contrario de los otros, no escapa antes de la captura de Jesús sino cuando lo quieren tomar prisionero también a él.Este joven (o joven adulto) cercano a Jesús se distingue de los otros seguidores por su aparente coraje. Se pone especial atención en su desnudez, y la narración lo desviste antes que lo haga el populacho. Es decir en la narración su desnudez aparece primero cubierta y luego descubierta. Aquí el término para desnudez es gymnos, que no se refiere sólo al cuerpo (soma) o a la carne (sarx) sino a la desnudez que dio su nombre al gimnasio (o nuditorium) donde la juventud helenizada desplegaba desnuda su capacidad atlética. 
En la Grecia clásica y en el subsiguiente mundo helenístico, el gimnasio es el lugar privilegiado para el homoeroticismo y para las uniones pederastas. La desnudez (gymnon) del joven (neaniskos) es el punto focal de la mirada homoerótica de los hombres. Nada de esto podía pasar inadvertido para los lectores gentiles y helenísticos de Marcos. Pero podemos estar seguros que escandalizó a otros lectores de Marcos como por ejemplo los judíos más conservadores. La alusión a gymnos y de ahí a gymnasium, es una manera clara de asociar a este joven con la tentación de la cultura helenística. En 1 Macabeos se nos dice que el comienzo de una política de helenización bajo Antiochus Epiphanes (167-164 a C) se debió al deseo de muchos en Jerusalén, de lograr un permiso para construir un gimnasio como señal de aceptación de la cultura helenística.
Establecer un gimnasio en Jerusalén fue una afrenta perpetrada por los judíos que buscaban asimilar la cultura helenística –una afrenta que simbolizaba el culto de la juventud desnuda. Sabemos, sin embargo que en el siglo dos, Salomé era identificada como la fuente de la interpretación libertina del cristianismo, cuyo representante más conocido del siglo dos era Carpócrates. Salomé aparece como la supuesta apóstol de la libertad sexual, y está conectada con el joven a quien Jesús amó.
Hasta aquí hemos considerado la versión del Evangelio de Marcos que Clemente y otros en Alejandría conocían, y que era distinta a la versión del evangelio de Marcos públicamente distribuida. Pero la carta de Clemente no fue escrita para informar a su lector de esta versión, sino para alertarlo contra otra versión que él asigna a los carpocrático.La sugerencia de que la unión espiritual es consumada con la unión física ha sido notada por otros que han intentado una lectura con matices gay de la tradición de Jesús.La explícita sugerencia de la consumación física no pertenece al Marcos clementino sino al Marcos carpocrático –es decir a la versión del Marcos Secreto, contra el cual advierte Clemente al lector que lo interroga. Clemente nos dice que en el Marcos carpocrático aparece una serie de pasajes adicionales, incluido el “desnudo con desnudo” que presumiblemente pertenece a la descripción de lo que sucede cuando el joven envuelto en su sindona, pasa la noche con Jesús. Es decir, se quita su sindona y Jesús se quita lo que estaba usando.
La posible conexión entre la relación homoerótica en el Marcos Clementino y el Carpocrático y las tradiciones concernientes al discípulo que Jesús amó ha sido desarrollada recientemente, en una forma muy sugestiva, por Robert Willams.Smith sugiere aquí, que al estar juntos, el joven desnudo con el Jesús desnudo, podría referirse a la “unión física”.El material del Marcos clementino también sugiere un sentimiento homoerótico entre Jesús y el joven. Lo que sabemos del Marcos carpocrático se distingue de estos por la forma más explícita de presentar la relación homoerótica; por eso es más difícil de negar en la instrucción de aquellos “que están siendo perfeccionados”. No estamos tratando aquí con diferencias de clase sino diferencias de grado. Al discutir el Marcos Secreto, Smith nos señala que efectivamente existía una tradición “libertina” en torno de Jesús, y que fue marginalizada cada vez más, y finalmente borrada, al caer el cristianismo, inexorablemente, bajo la influencia de las tradiciones ascéticas dentro del mundo helenístico. Clemente era uno de los que más insistía en la tendencia ascetizante. Smith señala varios pasajes, especialmente en las cartas del Nuevo Testamento, que parecen combatir la visión libertina del cristianismo. Esta tradición anti-libertina se coloca con creciente tensión frente a la tradición de Jesús contenida en los Evangelios.
Si es correcta la lectura de los episodios que conciernen al discípulo que Jesús amó, junto con el recuerdo de un Jesús “tomador de vino y glotón”, cuyo vestigio aparece en los Evangelios, también el recuerdo de Jesús como amante de un hombre o de un joven, puede basarse en hechos reales. Esta memoria daría credibilidad a la interpretación “libidinosa” de la tradición de Jesús y descalificaría la interpretación legalista y ascética de esta misma tradición. Los que sostienen este último punto de vista tratarían de eliminar o reinterpretar las bases textuales que sostienen el punto de vista libertino. El Marcos carpocrático parece, desde la perspectiva de Clemente, haber contenido tradiciones que involucran a Jesús en prácticas eróticas entre el mismo sexo. Esto habría sido inaceptable para Clemente, quien llegó a introducir en los Diez Mandamientos, una prohibición contra la práctica y el deseo entre personas del mismo sexo.

Yo he aceptado, dice Jennings el punto de vista de que la versión libertina del cristianismo se originó en ciertos aspectos de la tradición de Jesús. Sin embargo lo libertino está muchas veces en el ojo del que mira. Es decir, que un intérprete legalista, moralista y asceta ve en una posición diferente, la posibilidad de que la libertad se convierta en libertinaje y en un “todo vale”. Pero esa posición diferente puede ser la defensora del amor y la justicia y dudar de que las reglas y los reglamentos son los principios rectores de la vida moral. Por eso, los carpocráticos, como muchos grupos despreciados de la historia cristiana, pueden haber sido acusados de corrupción sólo porque no se plegaban al estricto ascetismo y moralismo de sus acusadores. En todo caso, no creo, que mi interpretación de los episodios que conciernen al joven desnudo, degrade la ética del amor que se deriva de la tradición de Jesús.
¿Qué relación hay entre el episodio del joven desnudo en el Marcos Secreto con el tradicional relato de Juan concerniente al discípulo que Jesús amó? Hay dos alternativas.
O el joven desnudo es identificado con la figura que conocemos del Evangelio de Juan, el discípulo que Jesús amó, o él es, según la frase de Bentham, “un rival o candidato para la situación de rival del Apóstol” (ese sería el discípulo que Jesús amó, según Juan).
 Si aceptamos la visión anterior, entonces el joven en Marcos parecería identificarse con Lázaro (quien también fue levantado), quien después se convierte en “el discípulo que Jesús amó”. Es decir, Marcos y Juan tienen decididamente versiones diferentes de narraciones concernientes a la misma persona: un joven resucitado con quien Jesús inaugura una relación erótica un poco antes de su muerte (Marcos) y Lázaro a quien Jesús amó (Juan 11:3) quien también figura prominentemente en la narrativa concerniente a los últimos días de Jesús.
De hecho, el prendimiento del joven en el jardín de Getsemaní se identifica bien con lo que dice Juan en 12:10 -11 que: “los sumos sacerdotes planearan matar también a Lázaro ya que por él muchos judíos estaban desertando y creyendo en Jesús”.
 La alternativa –debemos pensar en dos figuras distintas y Jesús entra en una relación erótica con cada uno de ellos- parece menos posible. No porque debamos atribuir a la vida afectiva de Jesús algo parecido a la monogamia, sino porque las relaciones aparecen aproximadamente en el mismo sitio, en las respectivas narraciones. En el Marcos Canónico (el joven desnudo de Getsemaní), en el Marcos Clementino el relato del joven que es levantado y que luego aparece desnudo (bajo su tela de lino) para ser instruído en el misterio del reino de Dios, y el Marcos Carpocrático con su aparente indicación de una consumación sexual –todos tienen probablemente huellas de la relación que aparece en Juan- una relación entre Jesús y el discípulo que Él amó. Las tres versiones del Evangelio de Marcos testifican indirectamente sobre el recuerdo de un Jesús que amó a otro varón. La posible conexión entre la relación homoerótica en el Marcos Clementino y el Carpocrático y las tradiciones concernientes al discípulo que Jesús amó ha sido desarrollada recientemente, en una forma muy sugestiva, por Robert Willams. A pesar de que Williams no intenta una investigación crítica de estos materiales, ni argumentar extensamente lo apropiado de una interpretación homoerótica, intuye sin embargo la conexión entre esos materiales. El proceder de Williams es simplemente reunir todos los episodios que aparecen en Marcos y en Juan, y que hemos considerado, para hacer luego el retrato de un romance homoerótico, empezando con el encuentro con “el joven rico de la clase gobernante”, continuando con su resurrección, que se armoniza con la resurrección de Lázaro que de ese modo se convierte en el “discípulo amado por Jesús”. Esta persona es entonces la que huye desnuda del jardín, está presente en la cruz, etc.

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