jueves, 26 de julio de 2018

Homosexualidad y Antropología: una Mirada desde el Género.( III ) DIFERENCIAS



Cita: Paola Díaz A. (1995). Homosexualidad y Antropología: una Mirada desde el Género. II Congreso Chileno de Antropología. Colegio de Antropólogos de Chile A. G, Valdivia.


La homosexualidad no es una sino varias. Uno de nuestros objetivos fue describir las autocategorizaciones de estos sujetos hacia el interior de lo que podrían definir como propio, lo homosexual. Exploramos en las dimensiones de género, clase y edad. Por cierto se dan otra serie de diferencias (laborales, étnicas, ideológicas, políticas, religiosas, etc.) pero en esta investigación hemos tratados estas tres. 

La Diferencia de género: Refiriéndonos a las diversas categorizaciones de género podemos decir que forman una especie de tipología, dependiendo de quien las enuncie, de su posición en las redes de interacción homosexual. Si es un "gay común" distingue en una gradación de lo más "masculino" a lo más "femenino" a: 

los machos que son hombres homosexuales que hacen una representación del género masculino exagerando los atributos de rudeza, fuerza y agresividad. 

los "gay" que son hombres homosexuales que hacen una actualización de género masculina no exagerada ni sobrecargada, sino que estereotípica. A diferencia a los que definen como tapados, los "gay", en algún minuto- y de diferentes formas:.. asumen ·su homosexualidad y un cierto estilo de vida ligada a ella.

 los tapados son también hombres homosexuales que actualizan el género masculino de forma prototípica, pero que a diferencia de los "gay", ocultan esta orientación sexual. 

las locas son los hombres homosexuales que tienen amaneramientos o afeminamientos. 
los travestis son aquellos hombres que se visten, se sienten o se creen mujeres y las tratan de imitar. (esta es la opinión de los entrevistados, no el análisis ni la definición ocupada en esta tesis).

 Desde la posición de la persona transformista y la travestí la tipología sería la siguiente:

 el homosexual es el cliente (en el caso de la prostitución), un hombre de apariencia varonil, que tiene pareja heterosexual, pero es un tanto "desviado". 

el "gay" es el homósexual que· esconde su orientación sexual, que se comporta como varón pero le gustan las personas de su mismo sexo.

 las locas son las llamadas colas, o locas fuertes, que andan vestidos con indumentarias ambiguas, ni de hombre ni de mujer, o visten de hombres y se comportan como mujeres, o viceversa.

 los transformistas son hombres homosexuales que se visten de mujeres para actuar en un show, pero que en su disfraz no usan hormonas, o son operados, lo que los diferencia de los transexuales.

 los travestís son los que se visten de mujer día y noche y en todo momento y se creen mujeres, querrían serlo.

 Advertimos que en esta gradación están representados los dos polos dicotómicos de género el masculino por los "gay comunes" y el femenino por los travestís. Desde estas posiciones extremas se define de manera opuesta la forma honesta y correcta de vivir la homosexualidad según las personas entrevistadas. 

Estas tipologías pueden ser leídas como diferentes actualizaciones genéricas de la homosexualidad, a nuestro parecer podrían representar identidades de género (no universos genéricos diferentes o un tercer género), es decir procesos de apropiación de los simbólicos generales de esta sociedad, de una manera particular. 
Además, podemos agregar que los modelos genéricos son históricos y por tanto varían de cultura en cultura y a través de los tiempos. 
Así también, la historicidad de estas actualizaciones genéricas homosexuales las pone en diferentes estructuras de poder en que se juegan la hegemonía ciertos modelos en detrimentos de otros.(el super macho-"leader man"- la loca, the ''straight gay" de los 70-80, el andrógino de los 80-90, etc.). De esta manera podemos interpretar tanto desde la transgresión como desde la funcionalidad los modelos vertidos acá, dependiendo de las posiciones hegemónicas y los juegos de poder entre ellos. Por una parte el extremo masculino del "gay común" puede ser leído corno funcional al sistema social puesto que no disrumpe quebrando el orden de las apariencias. 

El travesti por su parte es funcional en tanto responde con el estereotipo esperado de la sociedad heterosexual hacia el homosexual; un hombre femenino o afeminado, ya que si no se cumple con el orden masculino de ser varón en la cultura, como es el desear a las mujeres, queda fuera de su género, pasando automáticamente al cubículo opuesto. 
En otros sentidos, la lectura puede ser de transgresión, el "gay común" quedaría oculto, pasaría desapercibido de las miradas sancionadoras de norma heterosexual al no demostrar públicamente su orientación sexual como signo de disociación entre su sexo y su socialización en el género masculino, y por tanto podría ser invisible, difícil de identificar y clasificar, en este sentido se torna peligroso. 
Por otro lado, el travesti sustentaría una contradicción cultural al poseer un sexo y "simular" otro. Más que una acción mimética con las mujeres el intento va más allá, siendo la simulación del estereotipo femenino, con lo que devela que la feminidad mujeril también resulta ser una máscara, una representación genérica y no una esencia que viene dada. Sin embargo vernos· que es la loca la que más perturba el orden de los lineamientos genéricos, dado que contiene en un solo espacio- su cuerpo- contenidos genéricos masculinos y femeninos, resultando ser un "bricollage" de estilos inacabados, incompletos, donde el orden de .las cosas no es el establecido, pero tampoco el opuesto. La edad y la clase social son otras de las diferencias levantadas en los circuitos homosexuales, en las que hemos indagado.

 Las clases sociales son entendidas acá según como lo señalan Lourdes Benería y Marta Roldán (1992), no sólo como una determinación estructural de tipo económico/productivo, sino también como un cierto bagaje de experiencia cultural y formaciones de identidad y solidaridad de grupo.
 En el proceso de la que es metáfora la idea de "caminata", se producen múltiples y simultáneos desplazamientos, como ya lo mencionamos, uno de ellos se refiere a un deslizamiento desde clases subalternas a posiciones reales o APARENTES en las clases más acomodadas, según sea el parámetro. La ascensión de clase no sólo se ve reflejada en los aspectos socioeconómicos, sino que en otros menos tangibles, pero no por ellos menos significativos, como el nivel educacional, el tipo de trabajo, actividades intelectuales y artísticas, la forma de hablar y vestir, "tener roce'!, etc. 
Así en cuanto al territorio podemos decir que el mapa de los lugares de interacción "gay" se marcan por su asociación con ciertos barrios vinculados a ciertas clases (Gran Matta- clase popular, Plaza Italia, Providencia- clases medias- Las Condes y Barrio Alto en General- corno también centros de encuentro priv(3dos- clase alta). Entonces el desplazamiento va desde la periferia al centro. 
Si bien los muchachos pueden "viajar" desde los márgenes para situarse- aún fugazmente- en posiciones más centrales de territorio y clase, los que adoptan una generización afeminada son nueva mente desplazados a los márgenes del sistema de poder de los modelos al interior de los· circuitos homosexuales. 
También inquirimos que las discriminaciones de clase imperantes en la sociedad se repiten al interior del "mundo homosexual" y algunas veces se recrudecen. Así los hombres homosexuales populares son mal vistos (estigmatizados) por los que o por algunos de los que, sienten pertenecer a las clases medias. Observamos, que se producen cruces entre las distinciones por clase y- por género; los homosexuales que representan modelos genéricos más femeninos son asociados a las clases populares, y los que hacen una actualización varonil y no disociada de los patrones culturales de la masculinidad heterosexual, se identifican con las clases medias y altas. Asimismo, constatamos una relación entre pobreza y travestismo, así como con actividades de comercio sexual, lo que escapa a nuestras vías de explicación en este trabajo. 
Así también la edad resulta ser otra de las dimensiones importante a la hora de demarcar distinciones d_entro del· grupo homosexual. Los cambios ocurridos en la historia reciente inciden en los ciclos de vida y brechas generacionales entre estas personas. Uno de nuestros entrevistados, mayor de 50 años, relata las transformaciones ocurridas desde hace 30 años, tanto en los territorios de interacción homosexual, que se han visto desplazados desde el centro cívico a barrios como Providencia o Plaza Italia, así corno en las formas de ligue, la profundidad de las relaciones de_pareja, etc. Antes era mucho más frecuente conocer gente en las calles, llevarlas a las casas y visitarse en los hogares, cuestión que hoy es poco usual, y por lo general los encuentros se realizan en lugares públicos. El ligue callejero se ha vuelto más arriesgado, por los niveles de violencia, represión hacia la homosexualidad (el fenómeno homofóbico es constante en la historia chilena pero se exacerba en alguno momentos), y las enfermedades, en espacial el virus que produce el Sida.
 Asimismo, los roles sexuales que dividían a los pares complementarios de pasivos y activos, hoy no son tan cruciales como años atrás, incluso están los modernos ("guillete"), quienes se intercambian la pasividad y la actividad en una misma relación sexual, no definiéndose en absoluto en uno u otro papel. El entrevistado señala además que actualmente las relaciones de pareja entre hombres homosexuales son más superficiales, fugaces y sin compromiso, buscando sólo el placer del momento.
 Al parecer el modelo central en la actualidad dentro de la estética "gay"- por lo menos en los circuitos comerciales- serían los chicos jóvenes y bellos, parámetro según el cual se excluye de las preferencias a los OTROS, en este caso los más viejos (de 50 o incluso 40 para arriba), los que son discriminados por su aspecto y su vitalidad en decadencia. Así, los accesos de los más adultos a los jóvenes ocurre, algunas veces, de forma vertical, donde el "viejo" mantiene económicamente a su amante o paga los servicios de prostitutos menores. Así los pasados en años, son excluidos del fluyo sexual, de pareja, o del ligue. Algunas veces se los busca en post del dinero, la estabilidad económica, un afecto que tiene nostalgia del padre o por una extravagancia que no durará mucho tiempo.

 Terminaremos la exposición retomando la temática de la identidad en relación al género y la orientación sexual.

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