jueves, 23 de agosto de 2018

Procurar Justicia espiritualidad queer


Es la tercera disciplina espiritual que conforma una espiritualidad Queer. Implica el difícil trabajo de comprender la naturaleza entrelazada de la opresión. Por ejemplo, entre más comprendamos las formas en que la homofobia nace a partir del sexismo y es oculta por cuestiones de raza, los Queers podrán cada vez más practicar la verdad de que “nadie es libre, a menos que todos seamos libres.” Procurar la justicia es también una práctica espiritual que nos llama a lidiar con todos nuestros “ismos” en la comunidad Queer. Reclamar una espiritualidad Queer no nos exenta de procurar la justicia en nuestra propia casa. Finalmente, procurar justicia tiene que ver con abarcar nuestra sexualidad y espiritualidad. La gente Queer que vive en una sociedad heterosexista, a menudo cae en la trampa de sentir como que tenemos que elegir entre nuestra sexualidad y nuestra espiritualidad. Mas las dos se relacionan íntegramente como expresiones de quiénes somos como seres que ocupan un espacio en el mundo.
Queer Lectio Divina es una disciplina espiritual que implica leer textos sagrados. Lectio Divina quiere decir lectura sagrada. Las prácticas espirituales en todo el mundo, inciden en alguna forma de textos sacros. Tales textos son ventanas y guías hacia lo Divino. Para los Queers con una tradición Judeo-Cristiana, la Biblia ha sido un texto difícil por la forma en que ha sido malinterpretada respecto a la cuestión homosexual. Sin embargo, más y más creyentes Queer la están reclamando como texto sagrado. Leer un texto como disciplina espiritual significa que en vez de leer con fines informativos, uno lee con fines formativos. Es mediante una lectura reflexiva que uno permita que las palabras y las historias de las Escrituras nos abran a lo Divino. Y no sólo es la Biblia un texto sagrado para los Queers, sino también lo pueden ser nuestras historias personales y las de cómo salimos del armario.
La Oración es una disciplina espiritual clásica que puede adoptar muchas formas. La frase “Silencio es igual a muerte” es invocada con frecuencia en la comunidad Queer. Si bien hay mucha sabiduría en esa frase –entre más salgamos del clóset y hagamos que se escuche nuestra voz, y entre más desechemos estereotipos dañinos, más viviremos en nuestra propia verdad— también es cierto que guardar silencio de manera intencional, es un profundo acto espiritual. En un mundo cada vez más congestionado y complejo, el silencio se está convirtiendo en una especie en vías de extinción. Desarrollar la intención de cultivar el silencio en nuestras vidas, es una forma de oración, y una profunda disciplina que nos abre a lo Divino dentro de nosotros mismos y con/hacia los demás. Cuando guardamos silencio, estamos en condiciones de escuchar con profundidad nuestra propia voz y la de los demás. Podemos discernir actividades específicas para procurar la justicia, y soltarnos.
La Adoración es una importantísima disciplina espiritual corporativa. Es una práctica en la cual uno puede experimentar lo Divino, así como abrirse a la expresión de una experiencia tal mediante la música, el arte, la predicación, la enseñanza y la liturgia. El culto abarca rituales y bendiciones, y es un lugar donde se pueden expresar los ritos de transición Queer como lo son el matrimonio, el bautismo, las dedicaciones, las ceremonias fúnebres y otras celebraciones.
Una espiritualidad Queer existe hoy en día, ¡porque estamos aprendiendo a beber agua de nuestros propios pozos!”.

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