miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA VIOLECIA A MUJER EN LA IGLESIA CATOLICA HOY


Extraído del articulo: Las violencias contra las mujeres en las Iglesia Carmina navia velasco.

Podríamos consolarnos, pensando que estas múltiples violencias que van de la física, a la espiritual, han sido superadas y que las cosas han cambiado. Pero es claro, que pensar así, sería equivocarnos profundamente. La Iglesia continúa asignándose en el mundo moderno el  papel de guardiana absoluta de la moral y continúa igualmente reduciendo la moral a las cuestiones relativas a la sexualidad. En esta dirección, la mujer es mirada por los varones eclesiales, antes que nada por su sexo; y en razón de él, sigue siendo portadora del mal, causante del pecado… La violencia contra la mujer sigue ejerciéndose tanto en el catolicismo como en el protestantismo, pensando en las religiones mayoritarias de Occidente.

Con la aparición del mundo burgués y de sus libertades en torno a la sexualidad, fue necesario controlar a la mujer, de manera que no peligrara en cuanto a objeto de intercambio respecto a los hombres y las familias. Las iglesias entonces se convirtieron en guardianas de su virginidad, como medio de dominarlas. La película  testimonial, LAS HERMANAS DE LA MAGDALENA,  nos muestra crudamente, la violencia física y social a la que son sometidas jóvenes del norte de Europa, especialmente en Irlanda e Inglaterra, desde fines del siglo XIX, hasta el inicio del último cuarto del siglo XX: Con la pérdida de su virginidad, la mayoría de las veces por violación, las jóvenes son enterradas en régimen de esclavitud en estos conventos/lavanderías, regentados por la Iglesia católica y la comunidad religiosa de las Hermanas de la Misericordia, en los cuales se les sometía a todo tipo de tortura y vejación. Es importante añadir, que la última de estas casas, fue cerrada sólo alrededor de 1990.

Esta violencia y control sobre el himen, se expresó en varios tipos de simbología y mitología, muchos de los cuales arrastramos todavía hoy. Uno de ellos es el velo  o corona de azahares de las novias, que deben expresar por medio de ello, su llegada al matrimonio vírgenes. En una comunidad de Mecklemburgo (norte de Alemania), leemos en 1907, un informe parroquial de un pastor protestante:
“Se han desposado trece parejas, seis de las novias con corona y siete sin corona. Pero, por desgracia, una de estas seis acudió al altar con corona y título de honor ilícitos. El asunto salió pronto a la luz. El año pasado (1907) sufrimos el disgusto de que las coronas subrepticias fueran cuatro. Tres de estas novias fueron desposadas aquí, y una fuera, pero fue en nuestra parroquia donde se ofreció como desposada con corona. Hemos de lamentar semejante desaparición de la veracidad y recordar con toda seriedad que llevar subrepticiamente una corona, significa mentir en nombre de Dios. Pero el Señor no dejará impune a quien utilice su nombre en vano” .
En esta cita y en otros documentos similares, podemos ver cómo la preocupación por la veracidad  del novio, no existe, ejerciendo la Iglesia, de este modo, una discriminación inadmisible.

Uno de los hechos más significativos y dolorosos, de la violencia que contra las mujeres ejerce la Iglesia, se ubica en el papel que el Vaticano tiene y ejerce en tanto que Estado en la las Naciones Unidas, en la cuales su palabra es siempre portadora de concepciones patriarcales y machistas sobre la mujer y sobre sus derechos. Este papel nefasto se puso de manifiesto especialmente en: Beijin – 1995, Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer… y en El Cairo – 1994, CONFERENCIA MUNDIAL DE POBLACIÓN Y DESARROLLO .

La Iglesia se niega a repensar su posición absolutista y desencarnada frente al problema del aborto y eso la lleva a desconocer que:
“La salud y los derechos sexuales y reproductivos se consideran entonces parte integrante del desarrollo y de los derechos humanos: especialmente el derecho de las mujeres a asumir el control y a tomar decisiones respecto de su cuerpo y de su sexualidad. Una buena salud sexual y reproductiva, que va más allá del enfoque demográfico y la planificación familiar, es un requisito previo para lograr el progreso socioeconómico y el desarrollo sustentable” 
En este sentido, las mujeres en lugar de tener en la Iglesia una aliada para impulsar y conseguir condiciones de vida mejores y liberadoras, tienen por el contrario en ella, una institución que ejerce su poder para frenar e impedir estos procesos.

La Iglesia está en todo su derecho de pedir a las mujeres que hacen parte de ella, que no practiquen el aborto, si así lo quiere o lo cree necesario. Pero lo que  ya no le es legítimo hacer es presionar a los gobiernos y/o a los organismos internacionales para impedir que se legisle en bien de las mujeres. Oponerse a la legalización del aborto es continuar sometiendo a las mujeres que lo practican, la mayoría de las veces porque se ven obligadas a hacerlo, a riesgos de enfermedad y muerte altísimos, ya que las condiciones en que se realizan los mismos son precarias y peligrosas. Oponerse a cierto tipo de educación sexual o al uso del condón, es aumentar el riesgo de sida entre la población femenina. Oponerse al control de la natalidad es desconocer totalmente las condiciones económicas de la mayor parte de la humanidad. Todas estas prácticas son formas de violencia:
“No hay duda de que la Iglesia católica es la religión con la posición más extrema con respecto a los anticonceptivos, la esterilización y el aborto. Casi todas la religiones han llegado a entender que la planificación familiar y los anticonceptivos son elementos importantes para el ejercicio de la responsabilidad en una pareja. La Iglesia Católica ni siquiera permite el uso de anticonceptivos a las parejas católicas casadas o que han tenido una relación monogámica por vida” 

Y la violencia continúa, aunque yo no siga ahora con su enumeración… El silencio cómplice desde los púlpitos frente a la violación y el mal trato… el último Documento Vaticano, Sobre la Colaboración del Hombre y la Mujer, en el que se acusa a las mujeres de la crisis de valores en la sociedad y se condena al movimiento feminista; en este sentido no hemos avanzado desde el siglo XVIII y la suerte de las sufragistas…
“En 1837 tuvo lugar en Nueva York el primer Congreso antiesclavista femenino. Las hermanas Grimké realizaron giras de conferencias por diversas ciudades de Nueva Inglaterra. Denunciaban la complicidad de la Iglesia en el mantenimiento de la situación de inferioridad de los negros. La reacción fue inmediata: La Asociación de pastores congregacionistas publicó una carta pastoral que sostenía que el papel de las mujeres con consistía en tratar asuntos públicos”  …
La negación de la Iglesia católica a la ordenación de las mujeres, deseo y vocación experimentada por tantas y que desconoce la capacidad de mediación con lo sagrado que han mostrado en la historia tantas veces las mujeres.

Al terminar, nos surge una pregunta: qué se hizo el discípulado de iguales que practicó y propuso, Jesús de Nazaret ? en qué rincón de la historia lo perdieron los varones eclesiales ?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Reseña para "LA FLOR INVERTIDA" - Puntuación: 🌟🌟🌟🌟🌟 5/5

Opinión: Las letras del autor las conocí por su libro "Equipaje Ancestral" que tuve la suerte de ganarlo en un sorteo que realizo,...