lunes, 5 de noviembre de 2018

El Jesús de Mateo -John Shelby SPONG-6


Aquí fue donde Mateo interrumpió su versión de este texto, al igual que hicieron muchos cristianos a lo largo del tiempo, convencido de que se trataba de una referencia a Jesús, y no siguió leyendo. Pero Isaías siguió diciendo: «Cuajada y miel comerá, hasta que sepa rehusar lo malo y elegir lo bueno» (Isaías 7, 15). De repente, eso no parece que se refiera a Jesús. Pero no es eso todo, porque Isaías continúa diciendo: «Porque antes que sepa el niño rehusar lo malo y elegir lo bueno [es decir, antes de que el niño alcance la edad apropiada para tomar decisiones], será abandonado el territorio cuyos dos reyes te dan miedo» (Isaías 7, 16). Con ello, Isaías estaba afirmando que el asedio se levantaría pronto, y luego pasaba a describir la devastación que llegaría con la hegemonía asiria, utilizando para ello numerosas y terribles metáforas (Isaías 7,18 y ss.).

Tal y como sucedió en la historia, Pecaj y Rasón fueron destruidos, y la decisión de Ajaz de admitir el vasallaje a cambio de la vida demostró ser políticamente prudente, pues Israel fue asolada por el ejército asirio. Su territorio quedó devastado, su pueblo fue exiliado y la nación de Israel terminó por ser conocida como las tribus perdidas de la historia. Judá, sin embargo, se salvó durante por lo menos un siglo, y aunque se vio atada a la voluntad de Asiria, se le permitió disfrutar de diminutos restos de independencia. Todo esto sucedió con bastante rapidez, en un periodo de tiempo de apenas dos o tres años. No tendría sentido pensar que el nacimiento de un niño setecientos años después pudiera haber dado una cierta esperanza al rey Ajaz en ese momento particular de crisis. Al margen de cualquier otra cosa que quisiera significar el texto de Isaías, lo cierto era que no tenía nada que ver con Jesús. 

Sin lugar a dudas, el nacimiento al que se refería el profeta era el de un niño concebido de modo natural, que nacería de una madre probablemente embarazada en ese momento y que con toda probabilidad sería un miembro de la casa real de David. El nacimiento de ese niño sería una señal de la continuidad del pueblo de Judá en este momento de crisis y, en consecuencia, sería la demostración del cuidado providencial de Dios. La mayoría de los eruditos actuales sugieren que este texto fue una referencia al nacimiento de Ezequías, que más tarde reinaría en Judá, siguiendo la línea de la sucesión real. 

En la época en que Mateo escribió su evangelio, entre los miembros de la Iglesia primitiva ya circulaba la idea de un milagroso nacimiento de mujer virgen para Jesús de Nazaret. Como ya hemos comentado anteriormente, no se trataba de una idea tan extraña en el mundo mediterráneo. Mateo aprovechó este texto para reforzar esa tradición que ya había empezado a desarrollarse. En mi opinión, el mal uso que hizo del texto de Isaías no fue lo que creó la tradición del nacimiento de mujer virgen, sino que se limitó a colorear la expresión de esa creencia y a configurar los detalles de la misma para la historia posterior. Mateo vio en este texto un apoyo escrito para resaltar tanto la identidad davídica de Jesús como su aspecto divino. Dio así forma narrativa a la proclamación paulina de que Jesús había nacido «del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad» (Romanos 1, 3-4). Para Mateo esta designación no empezó a ser operativa en la resurrección, como había sugerido Pablo, ni en el bautismo, como había escrito Marcos, sino ya en la concepción. 

En su historia dramatizada, Mateo afirmaba el origen divino de Jesús, al mismo tiempo que contrarrestaba a quienes sugerían que era ilegítimo. De este modo informaba a esos críticos que estaban blasfemando contra lo que había dicho Dios. Y aún peor: estaban blasfemando contra el Espíritu Santo. Según Mateo, José lo engendró legal pero no naturalmente, y «ellos» lo llamarán Emmanuel, un plural utilizado deliberadamente, apartándose del texto citado. Así pues, ellos lo reconocerían como Salvador.

En Mateo, la primera palabra que se dice sobre Jesús es Emmanuel. Dios está con nosotros. La última palabra que se dice de Jesús también es Emmanuel: «estaré continuamente con vosotros». El ángel del Señor, que anunció el origen divino de Jesús en el nacimiento, reaparecerá en la tumba para anunciar que la presencia de Dios, dada a conocer en Jesús, estará eternamente disponible, de una forma escatológica, a través de la resurrección. El Espíritu que concibió al Cristo en un principio será el mismo Espíritu que dio lugar a la Iglesia, que no es otra cosa que otro cuerpo de Cristo. La historia de Mateo cierra una y otra vez el círculo. 

Otro aspecto adicional que debemos observar es que esta narración del sueño de José constituye la versión de Mateo sobre la anunciación. Para Mateo, la anunciación del nacimiento de Jesús era un anuncio hecho al padre, no a la madre, como lo sería en Lucas. Tales anuncios, hechos al hombre, no eran desconocidos. El visitante angélico que comunicó el nacimiento de Isaac transmitió el mensaje a Abraham, no a Sara. Michael Goulder argumenta que, en su narrativa, Lucas transfiere el concepto de una anunciación al hombre al padre de Juan el Bautista. Además, la narrativa de Mateo revela, al menos de una forma general, los pasos que se dan en las historias bíblicas clásicas de anunciación: dirigirse a la persona por su nombre, la expresión de temor, el mensaje divino, la alusión a la dificultad, la promesa de una señal dada para superar la objeción. Debido al contexto diseñado para identificar a José con el José del Génesis, aquí se mezclan los pasos dos, tres y cuatro. Herman Hendrickx también identifica la pauta de esta narrativa como una pauta de «ordenejecución», y señala la existencia de un paralelismo en la narrativa posterior del propio Mateo sobre la entrada de Jesús en Jerusalén.

El ángel apareció en un sueño, y le dijo a José: «No temas». Se revelaba el embarazo y su significado, y se citaba el nombre del niño. José despertaba de su sueño, tomaba a María por esposa y esperaba a que naciera el niño de la promesa. El hijo de Abraham y de David forma la parte humana de Jesús, y la afirmación de que es el Hijo de Dios constituye la parte divina de este niño de naturaleza dual.

En las prédicas cristianas primitivas lo humano y lo divino se presentan uno junto al otro. «¿De quién es hijo?» era la pregunta formulada constantemente, tanto por los curiosos como por los hostiles. Se hallaba deliberadamente estructurada para implicar escándalo y para agitar las murmuraciones. Con objeto de defender a su Señor contra estas acusaciones, la Iglesia estructuró su respuesta: era hijo de Abraham, e hijo de David, según la carne, y era el Hijo de Dios según el Espíritu. Así pues, la narrativa sobre la natividad de Jesús fue creada para sustanciar y detallar la defensa de la Iglesia acerca del origen de Jesús.

En esta apologética también se empleó otro texto de Isaías, quien escribió: «Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh» (Isaías 11, 1-2). Una vez más, la línea de la carne se veía entrecruzada por la línea del espíritu.

Finalmente, debemos darnos cuenta de que en la narración bíblica típica de una anunciación, el obstáculo habitual para que se produjera el nacimiento era la esterilidad o la edad avanzada, no la virginidad. Mateo había tomado una tradición de nacimiento virginal anterior, para encajarla en la pauta de las anunciaciones bíblicas. Había registrado una anunciación angélica preevangélica del nacimiento de un mesías davídico, para combinarla con una narrativa popular en la que se había modelado una historia de José y de Jesús para que siguiera las pautas de las aventuras del patriarca José y del niño Moisés. Pero de eso nos ocuparemos en el capítulo siguiente. 

Este autor era, en realidad, un escriba que se había hecho «discípulo del Reino de los Cielos», alguien que «saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo» (Mateo 13, 52).  

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